Pueblo nuevo del sur

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Mérida. Foto: Héctor Molina

martes, 26 de abril de 2011

Quebrada de cloacas El Pedregal mantiene brote de dengue


Desde la quebrada: Olores nauseabundos, maleza que alberga roedores y zancudos mantienen en vilo a los habitantes de El Pedregal.
Welkis Hernández: “Pedimos también a los vecinos de la parte alta de El Pedregal a no seguir arrojando desechos sólidos en el cauce”.
En San Jacinto, parroquia Jacinto Plaza
Omer Molina

Fotos: Héctor Molina

Una quebrada contentiva de aguas negras mantiene en vilo a más de una decena de familias en el sector El Pedregal, en la parroquia Jacinto Plaza de Mérida. Vecinos denunciaron que al menos una docena de niños han padecido de dengue y enfermedades respiratorias durante el último trimestre del año 2010 y lo que va del 2011.


Afectados porque cuando crece la quebrada el acceso a sus viviendas se ve comprometido y porque el afluente inunda al menos cinco casas cuando caen los aguaceros, los vecinos del Pedregal indignados, hacen un llamado a los organismos competentes en materia de urbanismo y en recursos renovables, a embaular la quebrada que almacena también en su cauce desechos provenientes de viviendas ubicadas en la parte alta del referido sector, en vista de que esta situación de insalubridad se está tornando insoportable ante los olores nauseabundos que se emanan desde el cauce, la maleza que crece alrededor con roedores y los zancudos que acechan constantemente a los habitantes, sobre todo a niños.

“Pedimos también a los vecinos de la parte alta de El Pedregal a no seguir arrojando desechos sólidos en el cauce porque cuando llueve fuertemente se forma un pozo que inunda de cloacas a nuestras viviendas, también exigimos la presencia de Malariología por el brote de dengue que se presenta en el sector”, comentó Welkis Hernández de Mora, principal vecina afectada por la quebrada.

En días pasados la crecida de la quebrada destruyó el acceso a dos viviendas que albergan más de cinco familias y ante la carencia de consejo comunal y en completo abandono del gobierno municipal, los vecinos lograron reunir de sus bolsillos más de seis mil bolívares para construir de nuevo los accesos, pero el afluente ubicado en menos de un metro de las viviendas amenaza con volver a desplomar los accesos e inundar nuevamente las casas.