Hace tres años la quebrada Santa Eduviges destruyó el enlace afectando los sectores Carlos Sánchez y San Miguel en Ejido.
Argenis Corredor: “Pedimos la colaboración de Malariología y una cuadrilla de la alcaldía para que fumiguen, limpien el monte y retiren los desechos sólidos en el cauce de la quebrada”.
Gaudi Porras dijo que hace días encontraron una mapanare cerca de la quebrada.
Además de fuertes focos de contaminación en quebrada adjunta a la E.B. Edelmira Quintero de Lobo
Omer Molina Fotos: Héctor Molina
Entre ratas y serpientes deben caminar los niños de la escuela básica aulas anexas Edelmira Quintero de Lobo, en los sectores Carlos Sánchez y San Miguel en Ejido, municipio Campo Elías del estado Mérida.
Desde hace tres años aproximadamente, la quebrada Santa Eduviges creció producto de los fuertes aguaceros, destruyendo tras su paso el enlace entre los referidos sectores, ubicado al frente de la escuela y produciendo desborde de aguas negras en el afluente.
Hace varios meses los consejos comunales de Carlos Sánchez y San Miguel lograron revertir el problema de aguas negras, colocando un tubo de mayor diámetro pero los escombros de material vegetal y sólido mantienen lo que quedó de enlace en un nido de ratas, serpientes y zamuros, y es por allí donde los niños deben pasar para llegar a la escuela.
“Pedimos la colaboración de Malariología y una cuadrilla de la alcaldía para que fumiguen, limpien el monte y retiren los desechos sólidos en el cauce de la quebrada, porque generan suma insalubridad en niños y peatones que caminan por el enlace entre San Miguel y la urbanización Carlos Sánchez”, comentó Argenis Corredor, director de la escuela Edelmira Quintero de Lobo.
Aunque Corredor informó que las culebras que han llegado hasta la escuela, no son venenosas según reportaron los bomberos de Mérida, vecinos de la comunidad como Gaudi Porras, que también es comerciante entre ambos sectores, dijo que hace días encontraron una mapanare cerca de la quebrada, además refirió que debido a las constantes lluvias, el barro en lo que quedó de enlace, impide el paso de cualquier persona y representa un peligro en niños que juegan en las laderas de la quebrada y ancianos que circulan en la zona crítica sin el apoyo de ninguna baranda. También dijo que aunque el problema de las cloacas que contaminaban el caño presuntamente ya fue solventado, siguen emanándose malos olores en los escombros.
Presuntamente los consejos comunales de ambos sectores disponen de 300 mil bolívares para reconstruir el enlace y crear un cajón que canalice la quebrada, pero los vecinos de ambos sectores siguen a la espera de soluciones luego de tres años de destruido el enlace.
