Sólo de ocho de la mañana a cinco de la tarde los habitantes de Chiguará reciben el servicio médico en el ambulatorio.
Yelitza Barrios: “La residencia médica se está cayendo en techos y paredes”.
Porque los médicos no pueden hacer guardia ante el deterioro de la residencia
Omer Molina Fotos: Héctor Molina
El servicio médico en el Ambulatorio Rural Tipo II de Chiguará, municipio Sucre, ubicado en el casco central de esta población, específicamente en la avenida Francisco Antonio Uzcátegui, dejó de funcionar durante las 24 horas ante el alto grado de riesgo y deterioro del área de residencia médica, donde pernoctaban los médicos de guardia.
“En este ambulatorio se atienden por supuesto emergencias, primeros auxilios, posee una sala de partos y además posee un servicio odontológico que lamentablemente funciona a medias porque prácticamente sólo se están haciendo extracciones y curas entre otros servicios”, refirió Yelitza Barrios, habitante del casco central de Chiguará.
Pero, resaltó la vecina, el servicio médico se ha ido deteriorando cada vez más en vista que la residencia médica “se está cayendo en techos y paredes, y aunque existen dos médicos cubanos de la Misión Barrio Adentro, y una médico venezolana que parcialmente cubre el servicio, sin embargo en vista de que la residencia médica no está funcionando por estar inhabitable, los médicos no pueden hacer guardias durante las noches ni fines de semana, sólo estamos recibiendo el servicio de ocho de la mañana a cinco de la tarde”.
Los vecinos exigen a la Gobernación de Mérida y a Corposalud, rescatar la residencia para que existan médicos de guardia y se ofrezca el servicio las 24 horas porque “la gente debe dirigirse a Lagunillas, pero Chiguará es una población en un 75 por ciento rural y cuando llegan al pueblo también se trasladan hasta Mérida, pero sabemos que existen personas de muy bajos recursos que no cuentan con los medios para poder trasladarse o trasladar a sus enfermos trayendo como consecuencia que muchos de ellos se hayan muerto en el momento lamentablemente”.
Dotación de medicamentos precaria
El ambulatorio de Chiguará cuenta con el Servicio Autónomo de Medicamentos e Insumos de Mérida, (SAMIM), que funciona como un dispensario de medicamentos, “gracias a la estructura que construyó uno de los consejos comunales del pueblo, quienes a través de la comunidad organizada lograron levantar esta obra, y Fundachiguará logró darle recursos a la persona que se encarga de vender los medicamentos, sin embargo la dotación de medicamentos a veces es precaria y tardan mucho tiempo en renovar los medicamentos, produciendo que el servicio no sea totalmente eficiente”.
