obligado a salir por vecinos de San Buenaventura y servidores públicos de Ejido
Lewis Sánchez
Fotos: Héctor Molina
Un obrero, identificado como Freddy Orlando Uzcátegui Dávila (45), perdió la vida de manera instantánea después de recibir varios impactos de proyectiles en diferentes partes de su cuerpo, el hecho se registró a las 12:15 de la tarde de ayer al frente de la Santa Cruz, en la calle 5 de Julio del sector San Buenaventura, Ejido, municipio Campo Elías.
Los hechos
Informó el comisario Fray Jerónimo Buitrago Parada, jefe de la comisaría Nº 2 Ejido, que la víctima se encontraba dentro de un abasto y cuando salió repentinamente fue interceptado por un sujeto quien le propinó cinco impactos de proyectiles. Destacó el comandante, que durante el hecho delictivo se logró la captura del presunto homicida por parte de servidores públicos que se encontraban en labores de patrullaje por el sector, al mando del inspector jefe José Valero.
Indicó que la comunidad informó dónde se había enconchado el agresor, y los uniformados obligaron a salir de su vivienda a “Cheo Pecueca”, como es conocido en los bajos fondos, con las manos en alto salió y fue esposado por los funcionarios.
El arma de fuego fue incautada dentro de la residencia, se trata de un revólver calibre 38mm, contentivo de seis cartuchos, entre ellos cinco percutidos.
Primeros auxilios
A la escena del crimen llegó la unidad Alfa 03 al mando del cabo I Jean Carlos Trejo, cuyos funcionarios al llegar verificaron el estado de salud de la víctima, pero el infortunado hombre ya no presentaba actividad cardiaca. Informó el teniente (BM) José Sabino Rangel, jefe de Operaciones del Cuerpo de Bomberos del estado Mérida, que los funcionarios bomberiles lograron visualizar cinco impactos de proyectiles en diferentes partes de su cuerpo, de los cuales uno quedó alojado en el tórax, otro en el hemitórax, uno en el abdomen, uno se alojó en el intercostal izquierdo y el último lo recibió en la cresta ilíaca.
Testimonio
Carmen Aída Dávila, madre de la víctima, en medio de llantos indicó que su hijo era un hombre trabajador, se desempeñaba como obrero y mantenía su residencia en el sector San Buenaventura de Ejido, el hoy occiso era el mayor de 10 hermanos y dejó un hijo de 17 años.
Indicó la desesperada madre, que todo comenzó en horas de la madrugada cuando el presunto asesino comenzó a disparar al aire, “mi hijo lo encontró disparando y le dijo: ‘joven, aquí en el camino no esté disparando, que esto es un cerrito’, y él se molestó, ahí mismo lo iba a matar pero sino hubiese sido por mi otro hijo que lo empujó lo mata ahí de una vez, y vino a matarlo ahorita”, dijo Carmen Dávila.
Para finalizar, la angustiada madre hizo el llamado a los organismos competentes para que hagan justicia con su descendiente, indicó “mi hijo no era un delincuente, era un trabajador, era albañil en Santa Cruz de Mora, la comunidad intentó linchar a ese delincuente porque sabía cómo era mi hijo, el hombre ése llegó y sin mediar palabra pan, pan, pan, le disparó”, finalizó diciendo Dávila.
Por otra parte, Gleisy Pérez, habitante de la comunidad, exigió justicia, indicó que tres niñas presenciaron el asesinato y el homicida, al ver que había sido descubierto, intentó agredir a las tres jovencitas de 12, 14 y 15 años, “el asesino estaba con el revólver detrás de tres niñas y son primas mías, por eso no queremos que lo suelten y mucho menos que vuelva a la comunidad, que se pudra en la cárcel”, dijo la ciudadana.
Detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), recolectaron evidencias balísticas de interés criminalístico necesarias, y trasladó el cadáver a la morgue del Iahula para la respectiva necropsia de ley, mientras que el sujeto detenido fue llevado a las frías celdas del retén policial y puesto a la orden del Ministerio Público.
lunes, 8 de marzo de 2010
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